domingo, 25 de octubre de 2009

Nocisensibilidad

Dolor y nocicepción no son palabras con el mismo significado. Nocicepción es la recepción al nivel central de la información de los nociceptores (receptores sensibles) por lesiones en el tejido. No es necesario que todo tipo de estímulos nocivos se experimenten con dolor; los procesos que permiten este hecho se tratarán más adelante. El dolor es la percepción de una sensación desagradable en una región del cuerpo. Puede ser producida por la sensibilización de los nociosensores, pero también existe sin esta sensibilización; sin embargo, todo tipo de dolor es asociado con una abstracción y /o elaboración de información sensorial. Por esta razón, decimos que el dolor es una sensación subjetiva y difícil de tratar. Como ejemplo: sólo en Estados Unidos hay dos millones de personas que sufren síndromes de dolor sin poder objetivar su origen (observe la carga de gastos que eso conlleva a la Seguridad Social). Nunca se han podido encontrar sentidos únicos para el dolor (como hay por ejemplo sentidos de presión, o sea cuerpos de Pacini). Lo que si que podemos asegurar es la presencia de terminaciones libres de las fibras neurológicas C y A-delta. Estas terminaciones se puede denominar como "el sistema de alarma de la nociocepción".La topografía de este sistema nocisensor está influido, al igual que todo el cuerpo humano, por la función de cada órgano/tejido. Por este motivo, encontramos muchos más "nocisensores" en un órgano como la piel; un órgano que continuamente nos tiene que comunicar sobre estímulos del exterior, tanto para la protección como para poder reaccionar.

La concentración de nocisensores disminuye cuando se profundiza más en el cuerpo; debido a la ley de las prioridades. Es decir, no es necesario registrar en el músculo una presión por encima de lo normal, si la piel ya lo ha registrado; por la protección exterior se mantiene el agresor fuera de la casa. Esto tiene lógica ya que el peligro normalmente viene del exterior. La piel es el órgano que se define, como la línea de defensa más en alerta; después sigue la musculatura del abdomen y la fascia corporal, mientras que las fascias viscerales y el tejido epitelial son insensibles al dolor. Sin embargo, existe el dolor producido por un órgano dañado ó inflamado; la explicación se tiene que buscar en las siguientes cuatro posibilidades:

1. Daño o inflamación, producen un edema. Este edema presiona los tejidos que sí tienen nocisensores y producen dolor (el típico dolor de abdomen de una apendicitis)

2. Una inflamación produce siempre sustancias que son 'dolor-moduladores' (sustancia P por ejemplo) por un aumento c.q. trastorno del metabolismo. Estos metabolitos llegan mediante difusión a una región más grande que la lesión y así pueden sensibilizar a los tejidos con nocisensores

3. Las C-fibras poseen plasticidad, es decir, que pueden cambiar sus vías por "sprouting" de manera relativamente fácil, y al entrar en órganos que normalmente no son sensibles al dolor, los pueden hacer dolor-sensibles, y como consecuencia "duelen".

El hecho de que las C-fibras poseen plasticidad, corresponde con la ley de filo génesis. Los sistemas filogenéticamente viejos (como las C-fibras) tienen una alta capacidad de regeneración; justo este proceso se ha podido comprobar científicamente con el desarrollo del PET-scan. Un tipo de scanner- dinámico, que es capaz de visualizar el crecimiento de una fibra-C. Las patologías y/o trastornos orgánicos producen muchas veces una hipertonía muscular por la irritación de las fascias de esta musculatura; "le défense musculair". Lo mismo ocurre cuando una articulación está inflamada; una hipertonía muscular que cubre la articulación lesionada; el efecto es una inmovilización. Los órganos con lumen (huecos) sí que tienen en su fascia un tipo de sensibilidad, que principalmente reacciona ante estiramientos. Eso tiene su lógica teniendo en cuenta que, la función de estos órganos es transportar. Por ello, en el momento que haya una obstrucción, al no haber posibilidad de pasar lo que se transporta, se produce un estiramiento de la pared. La consecuencia es un cólico = una necesidad desesperante de movimiento (es una reacción eficaz para solucionar la obstrucción).

Especificidad, adaptación /sensibilización

La nocisensibilidad debe estar bajo la influencia de algunas reglas neurofisiológicas. En caso contrario, no se podrían explicar varios fenómenos.

1. La regla de la especificidad
1.a. Especificidad del receptor
Existe una relación entre el patrón-eléctrico y el estímulo que lo ha producido. Este patrón es característico ( = diagnóstico) para la intensidad y la modalidad del estímulo. Este forma de especificidad se acepta en cierta cantidad.
1.b. Especificidad de la sensación
Esta especificidad se basa en la pregunta sobre si se puede predecir la sensación subjetiva desde el patrón-eléctrico de la fibra aferente. Es decir, si se podría hacer un pronóstico a través del patrón-eléctrico. Después de muchos años de investigación no se ha podido comprobar esta especificidad. El hecho de que el cerebro es capaz de deducir una sensación de un caos de información sigue siendo un proceso totalmente desconocido para el neurofisiólogo.

2. La regla de adaptación y sensibilización
Las fibras capaces de adaptar son las mielinizadas; cuanta más mielina más adaptación. La fibra A-delta, un nervio poco mielinizado, se adapta ligeramente; una función que se usa a la hora de aplicar una fricción. El dolor disminuye paulatinamente por adaptación del nervio A-delta; una reacción deseada. Como es de esperar, las fibras nocisensoras no adaptan nada ó casi nada. Si fueran capaces de adaptarse, se podría llegar a situaciones donde peligrara la vida (imagínense la situación: las fibras nocisensoras se han adaptado a un calor excesivo; una persona se quemaría la mano totalmente tocando una estufa). Se podría comparar a un sistema de alarma; cuando alguien entra una casa para robar, es lógico que sea registrado cuanto antes. Si existiera una posibilidad de adaptación del sistema de alarma, podría ocurrir que la próxima vez que alguien entrara, la reacción del sistema tardara en reaccionar; la conclusión sería una casa ya vacía. Justamente necesitamos lo contrario. La estimulación continua (tanto neurológica como humoral) de fibras nocisensoras las sensibiliza. Es decir, es más fácil producir un potencial de acción por el hecho de que cambia la polarización intra-extra celular (desde -70 mV hasta p.e. -50 MV). Refiriéndonos otra vez al sistema de alarma, se puede decir que suena, no en el momento en que el ladrón entra en la casa, sino sólo al tocar la puerta.

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